domingo, 29 de octubre de 2017

Un dulce fin de semana en La Rioja

Foto: Mica Sant
Cada año por estas fechas me escapo a una tierra muy querida para mí, La Rioja, donde pasé 3 años de mi vida inolvidables y donde tengo unos amigos igualmente queridos. El fin de semana ha sido estupendo y liberador, a la vista de los acontecimientos políticos asfixiantes que estamos soportando en Barcelona desde hace un mes.
El tiempo ha sido estupendo, soleado y suave; el paisaje, conmovedor en esta época otoñal en la que el viñedo se tiñe de rojos, naranjas y burdeos, y la ribera del Ebro mezcla los verdes y blancos de los chopos con el amarillo de sus hojas a punto de caer.
En cuanto a la comida y el vino, ¿qué os puedo decir? Magníficos (y, claro, es que contamos con los mejores guías posibles). Tanto si optábamos por el bullicio de tomar unos pinchos como por sentarnos relajadamente en algún restaurante, el disfrute estaba asegurado. Para muestra, la fotogenia de unos deliciosos hojaldres y canutillos rellenos de crema que redondearon un fantástico almuerzo en un asador de Tirgo.
La Rioja siempre es una buena elección para pasar unos días; personalmente, me encanta el otoño, pero en cualquier estación se disfruta no solo por sus productos, sino también por su naturaleza, su cultura y la amabilidad de su gente. Gracias, amigos, por vuestra siempre calurosa acogida. ¡Y que sea por muchos años!

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