Llega el fin de semana y, con él, el descanso y la tranquilidad… O no. En esta ocasión, os propongo una receta, también clásica, que sirve tanto de primer plato como de segundo o como picoteo.
Foto: Mica Sant |
Ingredientes
Unos 200 g de pollo
Unos 75 g de jamón serrano
1 cebolla
50 g de harina
450 ml de leche
Nuez moscada
1-2 huevos
Pan rallado
1-2 huevos
Pan rallado
Aceite de oliva virgen
Sal
Elaboración
1. Se pica la cebolla y se fríe, en 2-3 cucharadas de aceite y con un poco de sal, a fuego lento hasta que quede transparente y blandita. Se pican el pollo (sobrante de una sopa o un cocido) y el jamón, y se añaden a la cebolla. Se mezclan bien.
2. Se agrega la harina y se cocina para que pierda el sabor a crudo. Después se va echando la leche sin dejar de remover, durante 8-10 min, para que la bechamel quede fina. Por último, se prueba el punto de sal y se le añade un poco de nuez moscada rallada.
3. Se deja enfriar la masa protegiéndola con un plástico de cocina. Una vez fría, se da forma a las croquetas y se rebozan pasándolas por pan rallado, huevo y pan rallado otra vez. Se fríen en abundante aceite caliente.
Con estas cantidades, salen de 30 a 35 croquetas, en función de la paciencia que cada uno tenga y lo rápido que quiera acabar. Se trata de una receta algo más elaborada de las que suelo hacer habitualmente, pero vale la pena invertir un ratito más; porque las croquetas se pueden congelar y te sacan de más de un apuro. ¡Buen fin de semana a todos!
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Croquetas de pollo y jamón
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