El día ha salido lluvioso y apetece una sopa. Y qué mejor sopa que una clásica de ajo. Reconforta y, si el sol no brilla fuera, al menos que brille por dentro.
Ingredientes para 2 personas
Foto: Mica Sant |
2-3 dientes de ajo
1 trozo de pan del día anterior (unos 20 g)
½ cucharadita de pimentón dulce
700-750 ml de caldo de ave (o agua)
1 loncha de jamón serrano
1 huevo
Aceite de oliva virgen
Sal
Elaboración
1. En una sartén con bastante aceite, se fríen los dientes de ajo cortados en 4 trozos, se sacan, se machacan un poco con el tenedor y se reservan. A continuación, se corta el pan en láminas irregulares y finas; se fríen en ese aceite hasta que se doren y se reservan.
2. En una olla, se pone el pan frito con una pizca del aceite de haberlo frito, el ajo machacado y el pimentón; se remueve con una cuchara y, rápidamente, se añade el caldo. Se deja cocer 15-20 minutos para que el pan se esponje y la sopa tome el sabor del ajo.
3. Por último, se añade el jamón cortado en dados y el huevo, que se romperá en la misma sopa con ayuda de una cuchara.
Estoy segura de que habrá mucha gente que se lleve las manos a la cabeza con mi forma de hacer esta sopa, no por los ingredientes, sino por el procedimiento. Sin embargo, ¿no están los platos tradicionales para adaptarlos al gusto personal? Yo creo que sí y este es uno de esos casos.
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Sopa de ajo heterodoxa
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