Hoy toca pasta: una fuente de energía asegurada. Además, combinada de forma muy sencilla con una verdura típica de invierno y alguna cosilla más, resulta perfecta para soportar estos fríos de enero:
Ingredientes para 2 personas
Foto: Mica Sant |
200 g de pasta corta (macarrones, espirales o similar)
200 g de brécol
2 dientes de ajo
100 g de panceta
40 g de parmesano
Aceite de oliva
Sal y pimienta
Elaboración
1. Se corta el brécol en ramilletes y se cuece en agua hirviendo con sal unos 10 min. Se escurre bien y se reserva.
2. Se pican los dientes de ajo y se fríen, junto con la panceta cortada en dados, en 2-3 cucharadas de aceite de oliva. Se corta en brécol en ramilletes más pequeños y se rehoga en este aceite.
3. Se cuece la pasta en el agua de haber cocido el brécol y, cuando esté al dente, se escurre y se mezcla en la sartén con el brécol. Se pone a punto de sal y pimienta, y se añade abundante parmesano y un chorrito de aceite crudo.
La variedad que he escogido se llama calamarata rigata, elaborada con sémola de grano duro por La Fábrica della Pasta di Gragnano, una de mis marcas favoritas por su alta calidad en pastas secas. Yo la compro en una tienda de productos italianos; pero, si no encontráis esta especialidad o esta marca, cualquier otra pasta corta de calidad resulta estupenda con esta receta.
Menú:
Pasta con brécol, panceta y parmesano
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