Para un día lluvioso como hoy, qué mejor que una sopa bien caliente. La clásica de picadillo: mi madre aprovechaba siempre la que sobraba del cocido y, claro, salía riquísima y concentrada; pero ¿y si uno quiere tomarse una sopa un día cualquiera? Esta es una buena forma de hacerla.
Ingredientes
Foto: Mica Sant |
1 carcasa de pollo
1 muslo o pechuga de pollo
1 trozo de jamón
1 huevo
2 l de agua
Sal
Elaboración
1. Se lavan bien la carcasa y el muslo de pollo, al que se le quita la piel y el exceso de grasa, y se ponen en una olla. Se lava bien el trozo de jamón y se añade a la olla. Se añaden los 2 l de agua y se pone a hervir. Cuando arranque el hervor, se limpia el caldo de impurezas, se tapa y se deja unas 2 h a fuego medio para que salga un caldo lo más concentrado posible.
2. Una vez hecho el caldo, desgrasado y colado, se sacan el pollo y el jamón, y se pican las carnes finamente. Aparte, se cuece un huevo y, cuando esté duro, se le quita la cáscara y se pica. Se mezcla con el pollo y el jamón.
3. Se añade el picadillo a la sopa, se mezcla bien, se pone a punto de sal y se sirve caliente. También se pueden añadir unos fideos finos.
Sí, ya sé, hacer un buen caldo requiere más de una hora, aunque la verdad todo ese tiempo no hay que pasarlo en la cocina vigilando la olla. Os recomiendo hacerlo por la noche, al llegar a casa del trabajo. Se ponen todos los ingredientes, y se olvida uno de que están al fuego. Al cabo de las 2 h, el caldo está hecho como por arte de magia. De todas formas, os recomiendo el que hacen en el blog Webos fritos, donde explican cómo hacer un caldo con cuerpo.
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Sopa de picadillo clásica
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